Adultez

Lo más común es que la gente solo piense en lo que no quiere vivir, en lo que no acepta de su vida, en lo que no supera, o en lo que no perdona. Y esto generalmente pasa porque hay mucho en su interior que le dañó y solo siguió con su vida; es como tapar, poner el polvo bajo la alfombra y continuar. Sin embargo, con el tiempo todo lo que no se liberó, todo lo que no se sanó de lo que se vivió, influye fuertemente en nuestra vida en general y en particular, ya que cada situación en los diferentes ámbitos de nuestra vida solo reflejan nuestro interior, tanto lo sano, como lo no sano.

Por eso, como una canción te lleva al pasado en cuestión de segundos apenas la escuchas, todo lo que nos rodea estimula los recuerdos (la mayoría de las veces inconscientes) y si los recuerdos que se detonaron a partir del estímulo en el presente, si estos recuerdos aún guardan emociones de dolor, volveremos a sentirlo como la primera vez, como si el tiempo no existiera, como si lo que viví hubiera sido ayer.

Por eso mi invitación es a ir a tu interior y liberar esas emociones de dolor que aún duelen (sin que te des cuenta la mayoría de las veces) porque nunca pudieron salir de ti, expresarse al fin y liberarte así, para que, cuando vuelvas a recordar sea desde otro lugar, desde otro sentir que te da el sanar.